¡Síguenos!Llega el momento en que ya no cumplen su cometido, o comienzan a dificultar los usos particulares para los que lo compraste.
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1.- Comienza a fallar
Ningún automóvil está exento de fallas o reparaciones. De hecho, el desgaste de los vehículos es parte de su naturaleza, sin embargo, cuando un auto falla constantemente, quizá sea una señal de que debas cambiarlo.
La mejor forma de evitar fallas importantes es llevándolo a servicio constantemente, lo ideal es hacerlo cada 5 mil kilómetros para un servicio menor: cambio de aceite, filtros, etc., y cada 10 mil kilómetros para un servicio mayor: caja, clutch, frenos, batería, tren delantero, filtros de gasolina, aire, refrigerante, etcétera.
2.- Necesitas algo más sustentable
Definitivamente los tiempos han cambiado y en la actualidad llenar un tanque es cada vez más complicado debido a los altos costos de las gasolinas. Además, el panorama de nuestro ecosistema demanda un uso responsable y ecológico de los vehículos tendiendo a la creciente incursión de autos híbridos, eléctricos y de motores de bajas emisiones.
También considera que ahorrarás en tenencia y verificación si compras uno con energías más limpias.
3.- La seguridad es primero
Los vehículos con varios años de antigüedad suelen tener menos o ninguno de los dispositivos de seguridad, que hoy en día, cuentan de fábrica la mayor parte de los autos nuevos. Por eso es fundamental que analices si tu vehículo cuenta con lo necesario para protegerte a ti y a tu familia ante alguna eventualidad.
Aspectos como frenos antibloqueo (ABS) en las 4 ruedas, múltiples bolsas de aire, asientos, cinturón de seguridad de 3 puntos, sistemas de anclaje para los asientos de los menores ISOFIX, arcos de protección antivuelco y otros elementos, son fundamentales para que llegues seguro a tu destino.
4.- Ha crecido tu familia
No es lo mismo tener un auto subcompacto ahorrador que te lleva y trae de la universidad o la oficina sin dificultades, a tener que transportar a los niños, tus suegros, la carreola y hasta tus mascotas. Llega un momento de la vida en la que realmente necesitas el espacio.
En este caso, es importante considerar la renovación de tu auto ya que, cuando cambia el tamaño de la familia, un auto pequeño no necesariamente es la mejor opción.
Como lo notaste, lo mejor es decidirte por un vehículo que responda a tus necesidades, y debes saberlo, cambian con el tiempo.