EFE.- El Barcelona puso fin a su mala racha en el Camp Nou ante el necesitado Mallorca (2-1) sin grandes alardes futbolísticos pero con más efectividad, con lo que da un paso muy importante para obtener la clasificación para la próxima Liga de Campeones.

Las tres derrotas seguidas ante el Eintracht de Frankfurt, en la Liga Europa, Cádiz y Rayo Vallecano, estos en el torneo doméstico, pusieron freno a la marcha del conjunto de Xavi Hernández, que de haber vuelto a tropezar se hubiera complicado aún más la presencia en la primera competición continental.

Este triunfo le permite situarse segundo a 15 puntos del ya campeón Real Madrid y con nueve de margen respecto al quinto, el Betis, que cerrará la trigésima cuarta jornada este lunes ante el Getafe. Entre medias están el Sevilla y el Atlético de Madrid, a dos y cinco, respectivamente.

Encontró la victoria con un zarpazo del holandés Memphis Depay a los 25 minutos y un disparo cruzado de Sergio Busquets a los 54. Su juego no fue brillante, pero al menos no cayó en los mismos errores que en los encuentros precedentes. Al margen, lo esperanzador fue la reaparición de Ansu Fati y lo peor la retirada en el primer tiempo de Gerard Piqué por molestias musculares.

El Mallorca del mexicano Javier Aguirre se quedó en amagos ante el portero germano Marc Andre Ter Stegen hasta que Antonio Raillo acortó distancias (79’) y metió algo de incertidumbre al tramo final, pero no pudo dar continuidad y salió del Camp Nou con una derrota que le deja a un punto de la zona roja en el lugar 16, igualado en puntos con el Cádiz, que es 17.