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EFE.- La Juventus arrancó la temporada con una contundente victoria (3-0) ante el Sassuolo en el Allianz Stadium, plasmada más en el marcador que en el juego en sí, gracias al argentino Ángel Di María y al serbio Dusan Vlahovic, quienes se encargaron de sentenciar el partido en la primera mitad con un tanto cada uno.
El Sassuolo encaró el túnel de vestuarios con un castigo desmedido para lo que fue la primera mitad, más igualada de lo que reflejó el marcador. Pero es que esta Juve tiene mucha pólvora arriba, y Di María y Vlahovic hicieron mucho daño con muy poco. Justo lo que necesita Allegri para su equipo.
Se estrenó primero el argentino: el ‘fideo’, ante su nuevo público, para desatascar un partido cerrado, con una medio volea con su pierna izquierda que botó lo suficiente para superar al guardameta Andrea Consigli por arriba. Menos de media hora fue suficiente para ver celebrar al zurdo argentino con sus nuevos tifosi.
Estreno y gol de uno de los llamados a liderar este proyecto de Allegri, un jugador que desde que comenzó el partido dejo clara su intención de dejarlo todo con la camiseta de la Vecchia Signora, omnipresente en el campo, bajando a defender, madurando la jugada y finalizando.
Otro que volvió a jalar, acostumbrado ya desde la campaña pasada, es Vlahovic. El serbio llegó en enero para ser el centro del equipo turinés y, por el momento, es un continuo generador de peligro y de dudas para las zagas rivales. La del Sassuolo no fue una excepción, que vio cómo el ariete fue al espacio continuamente, cargó el área, bajó a recibir y cuerpeó para ganar altura.
Y así llegó su tanto, fruto de un balón peleado dentro del área por el que Ferrari acabó derribando al ‘9’ juventino. El propio balcánico asumió la responsabilidad y sumó el segundo para los suyos desde los 11 metros al ocaso del primer acto.
Mejoró la Juventus en el segundo tiempo, sobre todo a raíz del error defensivo del Sassuolo que terminó por sentenciar el encuentro. Un intento de salida de balón neroverdi desde atrás terminó con Di María en la frontal del área solo, que filtró para que Vlahovic pusiera el 3-0.
Tuvo tiempo el internacional de la albiceleste para dejar un pase de rabona que levantó el aplauso antes de retirarse con molestias al banquillo, ovacionado tras un más que completo estreno en Turín.
Fue un día alegre para los aficionados bianconeros, que regalaron otra ovación a su nueva incorporación, Kostic, cuando saltó al césped para disputar la última media hora por el carril izquierdo.
No fue un partido brillante de la Juve, pero sí muy sólido en defensa con la jerarquía de los Bonucci y Bremer, y en ataque, con Vlahovic y Di María adueñándose de las ofensivas. Turín ya tiene nuevos dueños.