La inspiración del portero Alexander Nubel y la disciplina del Mónaco maniataron al París Saint-Germain que dejó los primeros puntos de la temporada en la Ligue 1 al empatar 1-1 en casa, en un partido en el que el argentino Lionel Messi salió de cambio y no ocultó su malestar al respecto.

Sigue como dominador el conjunto del Christophe Galtier en la competición pero solo por diferencia de goles con el Marsella y el Lens, que también tienen diez puntos. Es la ventaja que da al campeón haber anotado dieciocho goles en cuatro partidos. Seis de ellos de Neymar que no tuvo que discutir con Kylian Mbappe el lanzamiento desde los once metros. Él provocó la acción, él lo ejecutó.

Fue así como el París Saint Germain encontró cierto alivio en un duelo que se le enquistó desde el principio ante un rival que languidecía por su mal arranque en el curso.

El Mónaco había logrado salir airoso del primer cuarto de hora y empezó a desperezar a sus puntas. Avisó seriamente al París Saint Germain cuando tomó ventaja en el marcador en una acción propiciada por un robo de balón de Mohamed Camara a Leo Messi que encontró a Volland como destino. Al punta le salió bien la pared con el ruso Aleksandr Golovin y encaró a Gianluigi Donnarumma, al que superó para llevar la pelota a la red.

Ganó en confianza el Mónaco, aunque sufrió en el tramo final cuando el París Saint Germain aceleró. Pudo empatar antes del intermedio en un disparo al poste derecho de Messi cuyo rechace lo recogió Kylian Mbappe, solo ante la meta, que acabó en el palo izquierdo.

Respondió a otra con Neymar de protagonista que después provocó el penalti que dio el empate que alivió al conjunto de Galtier. Cayó el brasileño en una entrada del chileno Guillermo Maripan que el árbitro no vio. Le avisó el VAR, lo comprobó y Neymar no falló.

Más cerca del objetivo el París Saint Germain arrinconó al Mónaco que dio síntomas de flaqueza y que estuvo a merced del gigante parisino. Achraf Hakimi pudo marcar, a un cuarto de hora del final, con un tiro lejano que dio en el palo.

Después apareció Nubel para frustrar un tiro de Mbappe, solo, tras recibir un pase de Nuno Mendes.

Afrontó el tramo final el Parsís Saint Germain sin Messi en el campo. En el 87 Galtier le quitó y dio entrada a Pablo Sarabia. También retiró a Marquinhos que dio paso a Nordi Mukiele. Aunque el argentino saludó a su compañero y entrenador al abandonar el campo, su molestia fue evidente.

Fue cuestión de supervivencia para el Mónaco que consiguió su objetivo desesperadamente ante un rival impreciso que terminó sumido en la frustración a pesar de mantener el liderato.