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El año pasado al levantar el trofeo Vince Lombardi en el SoFi Stadium de Los Ángeles tras derrotar 23-20 a los Bengals.
Ambos equipos comenzaron nerviosos, la primera serie ofensiva de cada uno fue ineficiente, pero sirvió para sacudirse la presión que genera el partido por el título de la NFL.
Los Bengals respondieron con un gol de campo de 29 yardas de Evan McPherson, pero los Rams, que conocen mejor que nadie el SoFi Stadium de inmediato contestaron con otro tocuhdown de Stafford, ahora con un pase de 11 yardas para su receptor favorito Cooper Kupp.
Los Bengals se despojaron del nerviosismo con una jugada sorpresa, con un engaño de acarreo de Mixon, quien lanzó a la zona de anotación para conectar con Tee Higgins para apretar el score 13-10.
DRAMÁTICA LESIÓN
No podía faltar el drama como en todo buen guion de Hollywood y llegó cuando Odell Beckham Jr. salió lesionado y su ausencia de inmediato se notó en el ánimo de los Rams, pues en esa misma serie ofensiva, Stafford fue interceptado en la zona de anotación.
Cincinnati comenzó de forma explosiva la segunda mitad con un pase de 75 yardas para que Higgins que terminó en las diagonales.
Los Rams cometieron otro error en la siguiente serie y Stafford fue nuevamente interceptado. Los Bengals lo aprovecharon con un gol de campo para despegarse 20-13.
Los Rams no se rindieron pese a que Beckham estaba fuera de acción el resto del partido; se acercaron con un gol de campo, además de que su defensiva comenzó a presionar más a Joe Burrow.
El clímax llegó cuando los Rams se jugaron una cuarta oportunidad y una yarda por avanzar en su propio campo con poco más de cinco minutos en el reloj. Consiguieron mover las cadenas para mantener con la ofensiva que culminó en el touchdown de la victoria con pase a para el imparable Cooper Kupp.
Los Rams se contagiaron de la magia de Disney tras mudarse a Los Ángeles y cumplieron su sueño de ganar el Super Bowl LVI. Llegan a sus vitrinas el segundo trofeo Vince Lombardi en su historia, aunque el primero fue en St. Louis en la edición XXXIV. Los Bengals deberán esperar otra vez, pues la tercera no fue la vencida.