¡Síguenos!
TwittearVisitas: 707
EFE.- Gareth Bale, autocondenado al ostracismo en el Real Madrid, abrió su bote de magia, ese que tenía escondido desde hace tiempo y que solo saca a cuentagotas con su selección, para marcar los dos golazos que dieron la victoria 2-1 a Gales frente a Austria y que los meten en la final del playoff de clasificación para el Mundial de Qatar 2022.
68 años después Gales podrá volver a una Copa del Mundo. Y lo intentará de la mano de un Bale que volvió a demostrar que tiene dos caras; la apática que se borra del Clásico por unas molestias en la espalda y la que se viste de gala con la camiseta de los ‘Dragones Rojos’.
Pese a no asistir al duelo con el Barcelona, y perderse una de las mayores humillaciones de la historia reciente del Real Madrid, Bale viajó a Cardiff, se entrenó con sus compañeros y salió como titular contra Austria. Incluso avisó: “Llevo meses preparándome para este partido. Estoy listo para jugar los 120 minutos”.
Sorprendente, porque desde noviembre, Bale no ha jugado ni dos partidos enteros con el Real Madrid. Pero Gales es otra historia. Entonó a pleno pulmón el himno galés y fue a comerse a los austríacos.