¡Síguenos!Hace casi tres lustros, Monseñor Víctor Sánchez Espinosa cerró su ciclo en la Parroquia de Ocotlán, que entonces encabezaba, para trasladar, ampliar e intensificar su labor pastoral a todo el estado. Si Juan Pablo II fue el Papa Viajero, bien se podría decir, que el religioso poblano es el Pastor Caminante.
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El 2 de abril de 2009, el sacerdote de origen mixteco tomó posesión como Arzobispo de nuestro estado. Desde entonces, sus pasos lo han llevado a ser un guía de cuerpo entero y tiempo completo, con presencia permanente en las comunidades.
Antes, el 2 de marzo de 2004 el Papa Juan Pablo II lo nombró Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México. Cinco años más tarde, el 5 de febrero de 2009, el Papa Benedicto XVI lo ungió como el VIII Arzobispo de Puebla. Durante 14 años ha gobernado la Arquidiócesis de Puebla.
En este tiempo, sus pasos han andado con intensidad por todos los rincones de Puebla. Es un Arzobispo que visita los pueblos, que todas las semanas camina los municipios y que tiene una radiografía exacta de lo que ocurre en la entidad.
Por supuesto, conoce a fondo a su grey; sabe de su fe, de sus fiestas, de sus usos y costumbres, sus celebraciones, sus penas y sus anhelos.
Ha preferido estar de tiempo completo con los poblanos y las poblanas, para no restringirse solamente al carácter filosófico o de reflexión teológica.
José Víctor Manuel Valentín Sánchez Espinosa es, en esencia y en ejercicio, un pastor presente. Su obra es abundante.
La vocación de Monseñor, por ello, entró con fuerza y sincronía natural con el Papa Francisco (Jorge Mario Bergoglio), quien tomó las riendas de la Iglesia Católica mundial el 13 de marzo de 2013, y ha privilegiado la cercanía con los fieles: “primerear” cuatro cercanías: a Dios, al Obispo, entre los sacerdotes y con el pueblo, dice el argentino.
Lo mismo en la Sierra Norte, que en su natal Mixteca o en la zona centro, Víctor Sánchez pasa mucho tiempo en la convivencia con los fieles poblanos y poblanas, pero también con los sacerdotes y los laicos que trabajan de la mano con la Iglesia poblana.
En las casas que visita con cotidianidad saben cuál es su platillo favorito y se lo preparan con afecto; pero también él conoce por nombre a muchos de los fieles y sabe qué requiere cada región y cada pueblo y es un eficiente gestor, aunque mucho de ello lo reserva y queda en la discreción del anonimato por la naturaleza de su labor pastoral.
Es un pastor también cercano a los diferentes actores políticos, empresariales y sociales.
Hay datos duros de lo que ha venido ocurriendo en los 14 años de su gobierno en la Iglesia Católica poblana:
Se inició el Diaconado Permanente, que permite a hombres casados o viudos servir a la Iglesia, ordenándolos diáconos.
Es precursor de los Comedores Comunitarios “Beato Juan de Palafox y Mendoza”, donde se ofrece menús completos a personas en condiciones de extrema pobreza o en situación de calle.
Para esta labor ha sabido Víctor Sánchez Espinosa alentar el altruismo de particulares y empresarios.
Las cifras del trabajo de los comedores son impresionantes. Tan solo en marzo, la Casa de la Familia, en el centro de Puebla capital, entregó 2 mil 080 comidas; la Parroquia de Santo Ángel, en Analco, mil 811; la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, en La Margarita, 796; la Parroquia de Nuestra Señora de los Desamparados, mil 449; la Parroquia de la Santa Cruz, en El Alto, mil 932; , la Parroquia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, 2 mil 103; la Parroquia de San Francisco de Asís, en Chietla, mil 702. El total tan sólo en marzo es de 11 mil 873 comidas para la gente con necesidades.
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Víctor Sánchez ha reorganizado la estructura orgánica de la Pastoral de la Arquidiócesis, pidiendo a sus párrocos que incluyeran en sus Consejos Parroquiales a los laicos, integrándolos a las 6 comisiones pastorales que debe haber en una Parroquia.
Formó un Consejo Episcopal, donde incluyó a laicos, laicas y religiosas.
Desde su llegada como Arzobispo de Puebla, tomó la transmisión de la Misa Dominical de Catedral, como una oportunidad para llegar a más personas en todo el estado. Tiene una gran audiencia, tanto en la radio, en Televisa Puebla y en las redes sociales de la propia Arquidiócesis.
Durante la pandemia, exhortó a todos su sacerdotes y pastorales a usar las redes sociales, así como hacer uso de las diferentes plataformas digitales; dio así un salto contundente a la era digital.
Se ha esforzado para que más seminaristas y sacerdotes poblanos se formen en Universidades de Roma, España y Alemania.
Como un verdadero acto de solidaridad con la Iglesia de Venezuela, durante varios años ha recibido a jóvenes seminaristas de diferentes diócesis de aquel país, para que sean formados en el Seminario Palafoxiano, hasta su ordenación sacerdotal.
En próximos meses, realizará la Visita ad limina, que es la presentación en persona ante el Papa, para informar sobre diferentes aspectos de la diócesis.
Hay un dato que se asoma, aunque en la opinión de muchos se ve muy lejano: Víctor Sánchez Espinosa, quien nació el 21 de mayo de 1950, está por cumplir 73 años. A los 75 años, los Arzobispos deben entregar su renuncia al Papa. Es regla.
La energía de Víctor Sánchez es abundante, con buena salud que le ha permitido sortear con éxito episodios de la edad, por lo que desde la visión de quienes saben del tema, su Arzobispado puede tener muchos años por delante, pues como algunos de sus antecesores, la renuncia se podría prolongar para hacerse efectiva.
Los pasos del Pastor Caminante buscan todavía muchas veredas.
Muchos rostros y manos, para llevar su fe, su vocación y su labor.