¡Síguenos!Todo empieza en un fondo marino, buceando entre tortugas. A su lado, su hija, Gina-Maria, enganchada al brazo y con miedo a separarse de su padre. Unos segundos después, el túnel de Mónaco se abre paso con el rugido de un Ferrari de Fórmula 1 con motor V10; la mejor banda sonora posible.
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Así comienza Schumacher, el documental que busca descubrir al Michael Schumacher más humano, a la persona detrás del siete veces campeón del mundo de F1.
Sus récords han permanecido intactos hasta hace poco –cuando Lewis Hamilton y Mercedes han ido conquistando algunos de ellos–, sus sombras han planeado sobre su figura desde aquel lance con Damon Hill en la batalla por el título de 1994, pero su lado más personal siempre permaneció oculto bajo la pátina de piloto implacable y extremadamente virtuoso.
Es precisamente esto último lo que la productora alemana B|14 FILM GmbH ha tratado de hacer emerger ante sus cámaras, bajo la dirección de Hanns-Bruno Kammertons, Vanessa Nocker y Michael Wech y la colaboración inestimable de Corinna Schumacher, esposa del ex piloto alemán. El filme estará disponible el 15 de septiembre a nivel internacional en la plataforma de contenido en streaming Netflix, pero Motorsport.com ha podido acceder a él en primicia.
Desde los primeros minutos sobrecoge imaginar el valor de la familia del siete veces campeón del mundo para lograr hablar ante la cámara, recordar y mostrar la cara más personal de su padre/marido/hermano/amigo casi ocho años después del accidente de esquí en la estación francesa de Méribel.
Aunque desde entonces la información sobre su estado de salud ha sido prácticamente inexistente, en la hora y 52 minutos de duración de Schumacher se dan ligeras pinceladas que ayudan a comprender la situación actual de Michael, sobre todo gracias a las palabras, emocionadas, teñidas de lágrimas, de Corinna hacia el final del documental.
El testimonio obliga a aguantar la respiración a aquellos que crecimos con los éxitos del alemán vestido de rojo (e imaginamos que al resto, también), después del complicado arranque de su relación con Ferrari, que es uno de los pilares del filme, donde se muestra cómo todos dudaron de sí mismos y de los que les rodeaban hasta que en 2000 comenzó la racha imparable.
En contra de lo que pudiera parecer ante las cámaras, Jean Todt, jefe de Ferrari en aquellos años gloriosos, califica al alemán de "persona reservada y tímida a la que le agobiaba estar rodeada de mucha gente".
El Schumacher más íntimo y humano se muestra en varios de los vídeos caseros que Corinna ha facilitado a los cineastas, donde se le ve jugando con sus hijos (Gina-Maria y Mick, ahora también piloto de F1) o de fiesta con amigos entre temporadas.
Sin querer entrar en spoilers, uno de los momentos más interesantes del filme son los minutos que se centran en el accidente de Ayrton Senna en el GP de San Marino de 1994 y cómo afectó la muerte de su rival brasileño –de quien tenía un póster en su habitación "cuatro o cinco años antes"– al alemán en los siguientes meses.
Schumacher recuerda que fue a Silverstone para dar unas vueltas con un coche de calle y empezó a "analizar todos los puntos donde podría morir, a pesar de las veces que ya había corrido allí". "Fue una auténtica locura", recuerda, emocionado, en una entrevista de hace años.
La cinta no deja de lado los momentos más polémicos de su carrera deportiva, ni siquiera aquel GP de Bélgica de 1998, cuando estuvo a punto de llegar a las manos con David Coulthard, o el incidente con Jacques Villeneuve en Jerez 1997, del que Ross Brawn ofrece una interesante retrospectiva.
Como cabía esperar, y más si tenemos en cuenta la duración, no es el retrato completo del Kaiser, pero se acerca mucho a ello. Es cierto que nos habría gustado que no se pasaran por encima ciertos momentos, que los contamos a continuación, pero el viaje que nos propone este documental merece (y mucho) nuestra atención.