¡Síguenos!Pese a los señalamientos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la producción de automóviles en México no decrecerá, pues depende en gran medida de los objetivos comerciales y estrategias de las corporaciones: “Sabemos que el futuro del sector está en los países emergentes como el nuestro”, sentenció Huberto Juárez Núñez, investigador de la Facultad de Economía de la BUAP.
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Apuntó que la firma de pronósticos LMC Automotive espera que los fabricantes de automóviles continúen invirtiendo en México durante los próximos cuatro años, a pesar de las amenazas arancelarias y sociales del presidente Donald Trump. El país ofrece las mejores condiciones para sus modelos de negocio: subsidios, pocas exigencias, así como facilidades de negociación a favor de los intereses comerciales, afirmó.
En una ceremonia celebrada en Berlín, Huberto Juárez recibió el Blue Planet Award 2016, un premio que se concede a quienes luchan “por un mundo sin explotación y sin opresión”, como Vandana Shiva, activista india en favor del ecofeminismo. Durante un homenaje en la Facultad de Economía de la BUAP, el académico galardonado expuso sus preocupaciones sobre el impacto que generará en la industria automotriz mexicana algunos eventos recientes, como la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y de Audi a Puebla.
En 2015, informó, China, Corea, India, México, Rusia, Turquía y República Checa –clasificados como “países emergentes” de gran importancia para el sector- produjeron 40 millones 815 mil unidades. Durante la crisis más profunda de la industria –en 2008 y 2009- fue este grupo el que registró más crecimiento, en contraste con el bloque de países industrializados productores: Estados Unidos y Japón.
Lo anterior debido en gran parte al desempeño del gigante asiático, que al inicio de la crisis manufacturó 8 millones 672 mil autos –cifra equiparable con la producción estadounidense de ese año y mucho menor a la nipona-, para salir de ella con 18 millones 265 mil unidades, a diferencia de las industrias comparadas, que tendieron a la baja.
Pero no son los países –industrializados o emergentes- los que determinan el rumbo de la industria. Son los grandes consorcios los que definen su propio futuro: Volkswagen -que tuvo un crecimiento extraordinario durante y después de la crisis, pero que se revertió luego de que saliera a la luz su fraude-, Toyota, Daimler, General Motors, Fiat, EXOR, Ford, Honda, Nissan, BMW, SAIC, Hyundai y China FAW.