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Tras el enfrentamiento donde pobladores apedrearon a policías y quemaron tres vehículos del Ayuntamiento de Amozoc, las puertas de la presidencia municipal quedaron soldadas para impedir que algún funcionario ingresara.
Por su parte el presidente municipal Mario de la Rosa tuvo que salir del recinto escoltado por la policía ya que estuvo resguardado en el inmueble desde la mañana que inició la protesta de los pobladores.
Aunque el personal del Ayuntamiento se negaba a que las puertas fueran soldadas, finalmente los pobladores lo consiguieron para impedir que el presidente municipal o alguno de sus trabajadores ingrese tras lo acontecido este día.
Cabe señalar que durante la protesta también fueron calcinados tres vehículos, incluida una camioneta Nissan tipo patrulla del municipio de Amozoc, así como un Nissan Sentra y una pick up Ford F-150, estas últimas también propiedad del Ayuntamiento.
Tras quedar completamente calcinadas, personal de Bomberos de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal se encargaron de sofocar las llamas para que grúas pudieran hacer el traslado de los restos hasta un corralón, esto ante la mirada de los pobladores que se mantenían a las afueras de la presidencia.
En el lugar se vivió un clima tenso debido a que para evitar otro conato de bronca, elementos de la Policía Estatal así como de la Guardia Nacional montaron un cerco de seguridad frente a la presidencia municipal, la cual ya lucía con daños en la fachada así como en los cristales, producto de las piedras que fueron arrojadas durante el enfrentamiento previo.
Se informó que también resultaron heridos algunos policías municipales y estatales, sin embargo ninguno de ellos se reportó grave y tuvieron que recibir atención médica ambulatoria en las inmediaciones de la carretera federal Puebla-Tehuacán, a donde fueron trasladados debido al clima tenso que se vivía en el Zócalo.
Los manifestantes, quienes se mantuvieron frente a la presidencia municipal con un altavoz mientras las puertas del inmueble eran soldadas, aseguraron que lo único que hicieron fue hacer valer el lema del gobierno de Mario de la Rosa de que "el pueblo pone y el pueblo quita", pues señalaron que existen varias irregularidades en su administración.
Una de las quejas más recurrentes fue la falta de agua y es que señalaron que algunos pozos que ya existían y que se encontraban funcionando de forma correcta fueron clausurados, mientras que se crearon otros que a decir de ellos son clandestinos y que están surtiendo de agua a sectores específicos cercanos al edil.
Asimismo los manifestantes reprocharon el tema de la inseguridad pues acusaron que son constantes los asaltos, tanto a transeúnte como en transporte público, por lo que acusaron la falta de patrullas y de elementos de la Policía Municipal, esto después de quemar una de las unidades destinadas para la seguridad pública.
Por su parte el presidente municipal prefirió salir apenas hubo condiciones para resguardar su retiro del lugar, sin embargo hasta el momento se desconoce su paradero y se espera que en breve haya una postura por parte de las autoridades estatales para conocer qué acciones tomarán respecto a la gobernabilidad de este municipio.