¡Síguenos!La noticia sobre la desaparición de tres italianos en Tecalitlán rápidamente escaló a nivel internacional. Y justo cuando las autoridades europeas solicitaban audiencia con las del Gobierno de Jalisco, el comisario de seguridad en aquel municipio, Hugo Martínez Muñiz, escapó.
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Ni su jefe, el alcalde Víctor Díaz, sabe dónde está. El mando dejó de presentarse a trabajar desde el 20 de febrero. Hoy, se confirma que no tenía acreditadas sus pruebas de control y confianza.
A nivel nacional se han practicado estos exámenes a 11 mil 563 mandos (97% del total). De éstos, mil 323 reprobaron y no deben desempeñar ese puesto, pero autoridades federales, estatales y municipales se reservan la información de las corporaciones que representan.
Sobre el caso de Tecalitlán, la Fiscalía abrió una investigación por las pistas de colusión entre policías y el crimen organizado.
Ignoran si policías reprobados continúan en las corporaciones
Para el encargado de la Dirección del Centro Estatal de Evaluación y Confianza, Víctor Hugo Gutiérrez, la evaluación de los policías es una “fotografía del momento”. Y con base en eso, la dependencia que aplica las pruebas de control y confianza determina si los oficiales son aptos o no para desempeñar sus tareas. Al final, son los municipios quienes deben acatar la recomendación, aunque si no lo hacen tampoco están obligados.
Hoy, por ejemplo, el Centro sabe que el 13.9% de las evaluaciones aplicadas a los oficiales en el Estado (menos de tres mil) concluyeron con resultados no aprobatorios. Y de esa cifra, el Centro desconoce cuántos han sido despedidos o separados de las corporaciones.
“Ya no es una obligación; no lo tenemos previsto en la ley”, reconoce el director jurídico del Secretariado Ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública, Luis Ignacio Bobadilla Ramírez. “No hay vinculación o acto-condición porque no trabajamos para ellos y porque no trabajan para nosotros”.
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