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Entre las nueve y las 10 de la noche, Miguel Ángel N. estaba en su casa cuando fue sacado de ahí por quienes parecían ser policías. Horas después, al encontrarlo muerto, su familia sabría que no eran oficiales.
La llegada del grupo armado rompió con la tranquilidad que San José Guerrero, comunidad perteneciente a San Juan Atenco, tenía el miércoles.
Testigos recuerdan que los uniformados se metieron a la casa del joven de 20 años para sacarlo entre forcejeos. Su abuelita intentó rescatarlo, pero un corte de cartucho la frenó.
Los delincuentes no dudaron en accionar sus armas para espantar a vecinos y familiares que ya se juntaban para ver qué ocurría y cómo podían ayudar.
Cuando los sujetos se marcharon en una camioneta con Miguel Ángel a bordo, la población se organizó a través del sonido del pueblo para dar con su paradero.
No tardaron mucho en saber el destino de Miguel Ángel. Su cuerpo sin vida fue hallado en uno de los caminos de San Juan Atenco, a pocos metros de la vía del tren. Tenía un balazo en la pierna.
Miguel Ángel N. estudiaba en el Instituto Tecnológico de Ciudad Serdán, muy cercano al sitio en el que vivía.
Su homicidio mantiene vivos el enojo, la preocupación y el miedo de los habitantes de San José Guerrero, quienes no dudan en afirmar que la inseguridad y violencia se han incrementado en la región.
Muestra de ellos es lo que ocurre con el primo de Miguel Ángel, quien está desaparecido.
A las 02:00 horas de este jueves, policías municipales de San Salvador El Seco y San Juan Atenco escucharon detonaciones de arma de fuego.
Ambas corporaciones, que ya buscaban a Miguel Ángel, solo tuvieron que seguir el sonido de los disparos para dar con un Honda Civic de color negro, en el cual estaban Jaqueline S., de 20 años de edad y Gerardo A., de 40 años.
Él llevaba un chaleco que decía “Seguridad Pública Municipal”, y un pantalón con manchas de sangre que, según dijo, eran de pintura roja.
A pocos metros estaba una camioneta de colores blanco y azul, con placas de Ciudad de México. Dentro y fuera de ella había rastros de sangre.
Casi al mismo tiempo la frecuencia de la policía avisaba sobre el hallazgo de restos humanos en un paraje. Era Miguel Ángel.
Su familia confirmó que la pareja estaba entre las personas que se llevaron al hoy occiso. Del resto de los involucrados no se sabe nada.