A pesar de que las pantallas traen un código que bloquea el aparato en caso de ser reportado como robado, extraviado o vendido los amantes de lo ajeno roban a los beneficiarios las pantallas, las cuales no tienen un valor máximo a los 800 pesos.

Además las casas de empeño no pueden adquirirlas a cambio de dinero, pues no tiene como tal una marca registrada que determine le valor de aparato, por lo que rechazan cada televisor que llega.

Los beneficiarios piden mayor seguridad en la zona de entrega, pues a tan sólo unos pasos de la SCT Federal se roban las pantallas.