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“La causa no ha sido determinada aún. Existe la posibilidad de una interferencia externa a través de un cohete o una bomba u otro acto”, dijo el presidente Michel Aoun en comentarios publicados por medios locales y confirmados por su oficina.
Este viernes el presidente del Líbano informó que la investigación sobre la explosión de Beirut examinará si fue causada por una bomba u otra “interferencia externa“, mientras los residentes intentaban reconstruir sus sacudidas vidas tras el estallido.
La búsqueda de los desaparecidos se ha intensificado, mientras los rescatistas remueven los escombros en una lucha contra el tiempo para encontrar a algún sobreviviente tras la explosión del martes, en la que murieron al menos 154 personas y quedó destruida parte de la ciudad.
“La causa no ha sido determinada aún. Existe la posibilidad de una interferencia externa a través de un cohete o una bomba u otro acto”, dijo el presidente Michel Aoun en comentarios publicados por medios locales y confirmados por su oficina.
Asimismo, dijo que también se analizará si la explosión fue por negligencia o un accidente. Con anterioridad había dicho que había material altamente explosivo almacenado en condiciones inseguras durante años en el puerto y una fuente afirmó que una pesquisa inicial apuntó a una negligencia en el almacenamiento del material explosivo.
Estados Unidos señaló con anterioridad que no se descarta un ataque. Israel, que ha combatido varias guerras contra Líbano, negó haber jugado papel alguno en el incidente.
Las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos contra una multitud indignada en Beirut en la noche del jueves, mientras crecía la ira contra la elite gobernante, que dirige una nación que ya se enfrentaba al colapso económico incluso antes de la explosión, que dejó también 5.000 heridos.
La manifestación, en la que hubo algunos lanzamientos de piedras, marcó el retorno de unas protestas que se han hecho habituales en Beirut, mientras los libaneses ven cómo se evaporan sus ahorros y se desintegra su moneda, en momentos en que el gobierno muestra sus problemas para tomar decisiones.
“Es imposible que podamos reconstruir esta casa. ¿Dónde está el estado?”, dijo Tony Abdou, un desempleado de 60 años.
Su casa familiar está en Gemmayze, un distrito situado a pocos cientos de metros de los almacenes donde estaban guardadas desde hace años 2.750 toneladas de nitrato de amonio altamente explosivo, una bomba de relojería junto a una zona densamente poblada.
Una fuente de seguridad y medios locales dijeron previamente que el incendio que causó el estallido fue iniciado por unos trabajos de soldadura en el almacén