Costando la vida de más de 180 personas y dejando heridas a miles, ese país ahora hace frente a un aumento en los casos de coronavirus.

El lunes, las autoridades sanitarias pidieron una cuarentena de dos semanas con el fin de intentar contener este nuevo brote de la pandemia.

Se esperaba que los contagios subieran tras la explosión del pasado 4 de agosto en el puerto de Beirut, cuando 2,750 toneladas de Nitrato de Amonio, estallaron con gran fuerza, tras una explosión menor.

Con la detonación, los hospitales quedaron saturados, además de que dos de ellos resultaron gravemente dañados, siendo precisamente los que tenían un papel preponderante en la atención de enfermos de covid-19.

Previamente a que se registrara este repunte de casos, los responsables de salud habían advertido del riesgo asociado a las aglomeraciones en los hospitales tras la explosión, así como en los funerales y buscando entre los escombros, a lo que se sumaron manifestaciones contra el gobierno libanés.