¡Síguenos!Corea del Norte ha anunciado este martes por sorpresa la suspensión de los contactos de alto nivel con Corea del Sur previstos para este miércoles en represalia por las maniobras militares conjuntas entre Seúl y EE UU. La agencia de noticias oficial norcoreana KCNA ha informado de la suspensión y ha atribuido la decisión a la "provocación" que suponen estas maniobras en medio de un proceso de acercamiento diplomático. Ambas Coreas se iban a reunir de nuevo este miércoles en la frontera para hacer un seguimiento y desarrollar algunos de los puntos acordados. Entre ellos estaba el compromiso de detener los actos hostiles en ambos lados de la frontera, abrir una oficina conjunta en la ciudad fronteriza de Kaesong (en Corea del Norte), establecer vías de cooperación económica o preparar la siguiente reunión de familias separadas por la Guerra de Corea.
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Pyonyang, además, se plantea cancelar la cumbre prevista para el 12 de junio en Singapur entre el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente estadounidense, Donald Trump. "Estados Unidos tendrá que sopesar cuidadosamente todo lo relacionado con la prevista cumbre con Corea del Norte, a tenor de estos provocadores ejercicios militares conjuntos con la participación de las autoridades de Corea del Sur", ha escrito la agencia KCNA. Estados Unidos, sin embargo, ha asegurado que sigue planeando la cumbre entre Trump y Kim Jong-un y que no tiene previsto cancelar sus ejercicios militares con Corea del Sur porque son "legales" y "no provocativos", según ha dicho la portavoz del Departamento de Estado de EE UU, Heather Nauert.
Las maniobras militares Max Thunder, en las que participan las fuerzas aéreas de EE UU y Corea del Sur, son un ensayo para una invasión de Corea del Norte y "una provocación intencionada", según ha dicho este martes la agencia KCNA. En estos ejercicios participa un centenar de aviones, entre ellos ocho del tipo F-22, indetectable al radar, así como cazabombarderos F-15 y bombarderos estratégicos B-52. Seúl y Washington realizan regularmente maniobras militares conjuntas que siempre han suscitado el rechazo del régimen de Pyongyang, que los considera como una amenaza y un ensayo para una eventual invasión del norte.
Las dos Coreas, en fin, iban a abordar este miércoles la aplicación de las medidas acordadas el pasado 27 de abril por el líder norcoreano, Kim Jong Un, y el presidente surcoreano, Moon Jae In. La reunión, la primera tras la histórica cumbre Moon-Kim, se iba a celebrar en el lado sur del pueblo de Panmunjom con cinco representantes norcoreanos y otros tantos surcoreanos, en ambos casos encabezados por los respectivos ministros de Unificación.
Este martes, antes de la decisión de Corea del Norte de suspender los contactos, un análisis de las imágenes por satélite tomadas sobre la base de pruebas atómicas de Corea del Norte mostraba "una primera prueba definitiva" de que el régimen está desmantelando el sitio. Así lo consideraban expertos de la página especializada 38North a raíz del material obtenido el pasado día 7 de mayo, aproximadamente una semana después de que Kim Jong-un anunciara el cierre de la base donde se han llevado a cabo seis ensayos nucleares. El 27 de abril Kim Jong-un se comprometió a dar pasos para lograr la desnuclearización de la península coreana durante la cumbre histórica que mantuvo con el presidente surcoreano, Moon Jae-in.